En los últimos años, los hábitos de consumo han experimentado una transformación sin precedentes. Si hace poco nos sorprendía poder comprar cualquier producto en plataformas como Amazon o eBay, hoy resulta habitual pedir la cena, reservar unas vacaciones o comprar ropa desde el móvil, sin levantarnos del sofá.
El e-commerce forma ya parte del día a día de millones de personas. Comprar online ha dejado de ser una opción ocasional para convertirse en una práctica habitual, presente en casi todos los sectores. De hecho, actualmente el comercio electrónico representa cerca del 30% de las ventas en España. Pero, ¿quién es realmente este nuevo consumidor digital?
Más allá de la Generación Z: un público cada vez más amplio
Aunque las generaciones más jóvenes —como los Millennials o la Generación Z— continúan liderando las compras online, el e-commerce ha ganado terreno también entre públicos más adultos. La principal diferencia radica en el dispositivo preferido para realizar la compra: mientras los más jóvenes optan por el smartphone, las generaciones anteriores tienden a utilizar el ordenador, por una percepción de mayor seguridad y control durante el proceso.
El auge del mobile e-commerce
En 2024, el móvil se consolidó como el dispositivo preferido para comprar online. Según los últimos datos, el 52,3% de los consumidores prefiere realizar sus compras desde el smartphone, superando así al ordenador.
Este cambio no solo responde a la comodidad e inmediatez que ofrece el móvil, sino también a su disponibilidad constante, lo que permite realizar compras y hacer seguimiento de pedidos en cualquier momento y lugar. Ante esta realidad, las marcas deben adaptar sus estrategias y optimizar la experiencia de compra en entornos móviles.
Algunos elementos clave en este proceso son:
- Diseños responsive y aplicaciones nativas que mejoren la navegación y reduzcan los tiempos de carga.
- Simplificación del proceso de compra, eliminando pasos innecesarios.
- Opciones de pago integradas como Apple Pay, Google Pay o PayPal, que permiten cerrar una compra en menos de un minuto.
De hecho, según HubSpot, el 53% de los usuarios abandona un sitio móvil si tarda más de tres segundos en cargar. Optimizar la velocidad y usabilidad se traduce directamente en mejores tasas de conversión y menor abandono del carrito.
Contenidos que convierten: vídeo, dinamismo e impacto
La forma de consumir contenido digital también ha cambiado. La atención del usuario es cada vez más limitada, por lo que captar su interés en los primeros segundos es crucial.
Los formatos que mejor funcionan actualmente son:
- Vídeos breves y dinámicos, que capten la atención en los primeros dos segundos.
- Contenidos adaptados a cada plataforma, optimizados tanto en duración como en formato.
- Creatividades visuales impactantes, que generen deseo de compra en pocos instantes.
Según diversos estudios, el vídeo es el formato más eficaz para impulsar la conversión. Por eso, cada vez más marcas lo integran en sus estrategias de social e-commerce, en combinación con herramientas como Instagram Shopping o TikTok Shop.
Influencers y social commerce: la nueva confianza del consumidor
En un entorno saturado de publicidad tradicional, los usuarios tienden a confiar más en las recomendaciones de personas que siguen y admiran. De hecho, el 70% de los usuarios de redes sociales asegura confiar más en un influencer que en un anuncio convencional.
La colaboración con microinfluencers, con audiencias más pequeñas pero muy fieles, puede ser una excelente forma de comenzar. Además, integrar funciones de compra directa desde redes sociales permite transformar un “me gusta” en una venta inmediata.
Pagos rápidos y personalización: claves de la conversión
Uno de los mayores retos del e-commerce es reducir la fricción en el proceso de compra. Cuantos más pasos haya entre la visualización del producto y la compra, mayor es la probabilidad de abandono del carrito.
Facilitar el pago a través de métodos integrados y seguros no solo mejora la experiencia de usuario, sino que acelera la conversión.
Además, la personalización basada en datos de navegación o compras anteriores se ha convertido en un factor decisivo. Mostrar productos relacionados, ofrecer descuentos personalizados o recordar artículos vistos recientemente son estrategias que aumentan la probabilidad de compra y fidelizan al cliente.
Está claro que el e-commerce evoluciona al ritmo de las tecnologías y de los hábitos de los consumidores. La clave está en adaptar la experiencia de compra a las necesidades de cada perfil: rapidez, confianza, impacto visual y facilidad en el pago. En este nuevo escenario, el móvil no es solo una herramienta de compra: es el centro de la experiencia digital del consumidor.