En un mundo digital saturado de anuncios intrusivos, los usuarios buscan una experiencia publicitaria diferente. Desean anuncios que les interesen, entretengan y no interrumpan mientras navegan. Quieren publicidad que se integre perfectamente con el contenido, de tal manera que no parezca que se les está vendiendo algo. Es aquí donde entra en juego la publicidad nativa, una estrategia que ha llegado para quedarse.
La publicidad nativa consiste en la inserción de mensajes promocionales que se integran tanto visual como contextualmente en plataformas online. Su objetivo principal es eliminar las barreras entre el contenido de la plataforma y el mensaje publicitario. El resultado buscado es que los usuarios no puedan distinguir entre publicidad y contenido orgánico de los medios digitales.
Esta técnica publicitaria nos permite evitar el fenómeno conocido como «Banner Blindness«, del cual hemos hablado anteriormente en nuestro artículo sobre el Metaverso. El Banner Blindness ocurre cuando los usuarios consciente o inconscientemente ignoran todo tipo de impacto publicitario. Esto se debe, en gran medida, a que estos impactos publicitarios resultan molestos y, en consecuencia, los usuarios evitan prestarles atención. Para superar este fenómeno, es crucial hacer que la publicidad no parezca «publicidad».
Aquí es donde la publicidad nativa juega un papel fundamental, y es a lo que hemos dedicado este artículo. Las marcas que utilizan esta técnica no solo emplean métodos no intrusivos para captar la atención de los usuarios de forma inconsciente, sino que también generan compromiso a través de acciones que transmiten confianza a los propios usuarios.
Otra característica destacada de este tipo de publicidad, que garantiza su éxito, es que los anuncios no se centran únicamente en lo que la marca quiere transmitir al público, sino que van más allá y se enfocan en lo que el usuario desea y espera. El objetivo es evitar que los usuarios se sientan presionados. Se busca establecer una conexión empática con el consumidor, abordando aspectos de su vida de manera no intrusiva pero directa. Esta conexión permitirá establecer una relación en la cual los usuarios acepten lo que se les ofrece, respaldado por el vínculo que se ha creado.
Para aprovechar al máximo el potencial de la publicidad nativa, podemos compararla con un caramelo envuelto en un excelente contenido que captura la atención del usuario. Luego, el contenido se desenvuelve y se digiere correctamente. El storytelling es una herramienta brillante para implementar en este tipo de publicidad. Desde la infancia, las historias y los cuentos siempre nos han cautivado, y las marcas pueden aprovechar esta conexión emocional para establecer vínculos más allá de lo racional. Se guía sutilmente al consumidor hacia un producto o servicio, para que sea él mismo quien tome la decisión final de compra.
Otra gran ventaja de contar historias en la publicidad nativa es que facilita el recuerdo de marca. Permite dejar una huella en la valiosa mente del consumidor y garantizar su fidelidad. Esto se traduce en un éxito asegurado al lanzar nuevos productos.
Como hemos podido ir viendo a lo largo del artículo, el contenido de valor es sin duda una pieza clave dentro de este tipo de publicidad. Para crearlo podemos presentar un problema o necesidad que tenga el público al que nos queremos dirigir, y seguidamente, mostrar cómo con la ayuda de los productos o servicios de nuestra marca se pueden llegar a resolver.