El verano, el buen tiempo, las ganas de hacer planes y… ¡los festivales! Este fin de semana se da el pistoletazo de salida a Coachella uno de los festivales más reconocidos a nivel internacional. Este tipo de eventos se han convertido en micro universos de música, experiencias y diversión que suponen el cóctel perfecto para que las marcas puedan innovar.
El fenómeno festivalero ha ido creciendo de manera exponencial durante los últimos años, multiplicando notablemente el número de eventos celebrados. Los anunciantes han sabido ver el filón y cada vez lo aprovechan más para impactar a sus consumidores. Patrocinio del cartel, nombre del escenario, stands promocionales… son muchas las opciones con las que cuentan las marcas, pero una premisa está clara: las marcas necesitan generar experiencias para conectar con el público.
Opciones de promoción en los festivales
La presencia de marcas en festivales hace tiempo que superó la simple colocación de logotipos en puntos estratégicos o el clásico sorteo de entradas. Hoy, los anunciantes que realmente quieren destacar deben ir un paso más allá: crear experiencias auténticas que conecten emocionalmente con el público y se integren de forma natural en la vivencia del festival.
Los asistentes suelen acudir en grupo (parejas, amigos, compañeros), lo que convierte la experiencia en algo compartido y, por tanto, aún más memorable. Las marcas que buscan dejar huella deben formar parte de ese recuerdo colectivo, aportando momentos que se sumen a la narrativa personal de cada asistente.
El público está más que dispuesto a participar en acciones divertidas, especialmente si son personalizables y ofrecen recompensas inmediatas. Estas activaciones no solo captan la atención, sino que se integran en la diversión del evento, aumentando la afinidad hacia la marca.
A esto se suma un reto importante: la saturación publicitaria. Vivimos expuestos a unos 6.000 impactos diarios, lo que ha hecho al público más exigente. En este contexto, la clave para que una marca sea recordada no está en su visibilidad, sino en la experiencia que ofrece. Solo aquellas que generen valor real y emocional conseguirán destacar.
Modos de asociarse con un festival
Existen diferentes métodos para que las marcas se asocien con un festival:
- Patrocinio: El patrocinio de festivales permite tener una presencia destacada tanto antes como durante el evento, lo que ayuda a aumentar la visibilidad de la marca.
- Experiencias interactivas: Juegos, sorteos, photocall… Las marcas que apuestan por crear experiencias interactivas generan un mayor recuerdo ya que ayudan a completar la experiencia festivalera.
- Publicidad: La publicidad más tradicional también tiene cabida en este espacio con tótems, vallas, pancartas para promocionar productos o servicios.
- Amplificación en redes sociales: Como en cualquier tipo de evento, las marcas pueden amplificar su presencia o su vinculación al festival con contenido en redes sociales, sorteos y promociones exclusivas.
¿Qué le ofrece un festival a una marca?
Crear una estrategia publicitaria dentro de un festival significa tener un espacio desde el que impactar a miles de potenciales usuarios que están receptivos y abiertos a recibir promociones y productos durante varios días, dentro de un contexto de diversión y ganas de disfrutar.
Es en este punto donde las marcas tienen que cuestionarse si solamente quieren impactar al usuario o, por el contrario, generar un recuerdo positivo con algún tipo de experiencia.
Sin embargo, las marcas que deciden apostar por los festivales de música deben tener en cuenta que el evento por el que apuesten esté en línea con los valores que transmite la marca, especialmente en cuestiones de sostenibilidad e inclusión.
Queda claro que los festivales están viviendo su gran momento y son los eventos estrella de la primavera y el verano. Las marcas que sepan aprovechar esta oportunidad de un modo ingenioso y original serán las que consigan un mayor éxito en sus campañas.